“CHINDIA” – La esperanza en medio de la turbulencia

En momentos de gran inestabilidad financiera y bursátil, es importante recordar que el mundo vive el mayor cambio económico desde que en Occidente se inició la revolución industrial. El extraordinario momento histórico se debe al surgimiento de China e India, y muchos se preguntan si esos dos gigantes emergentes podrán ayudar a sostener el crecimiento mundial.

El año el 2020 India y China tendrán un 40% de la población mundial, un PGB de 6,3 trillones de dólares y  consumirán el 50% de los recursos naturales (hoy el 30%). En lo que interesa a Chile, China demandará 20 millones de toneladas de cobre (Chile produce poco más de 5 millones al año), y será enorme el aumento de sus requerimientos de madera,  celulosa y productos agro-alimentarios. 

Para Chile, cuya base exportadora es de materias primas minerales y agrícolas, el desarrollo de China e India es la noticia más trascendente para su futuro económico desde la transformación del modelo hacia una economía abierta en los años 70 y 80. Y una oportunidad única para maximizar exportaciones, y con esos ingresos  mejorar por fin la educación, la capacitación y el acceso a tecnologías para desarrollar el sector servicios con chilenos calificados.

Pero volviendo a China e India,  ambos viven  hoy lo que el mundo occidental experimentó hace varios siglos: apertura comercial  y un sistema basado en la libre competencia y la propiedad privada. Apertura y propiedad son la esencia del cambio, y así lo entendió Deng Xiaoping, el hombre más importante de la China moderna, cuando empezó a revertir el comunismo de Mao a principio de los 80. La India tuvo un estatismo socialista más suave y benevolente implantado por Nehru, pero ambos países, como consecuencia, vivieron eternas hambrunas y pobreza. Al cambiar el modelo, están generando no sólo una masiva economía de mano de obra barata, sino polos de alta tecnología. Vivirán brotes de descontento por las diferencias sociales que al principio se producen, tal como ocurrió en Europa, y nuevos movimientos socialistas.  Pero el ascenso de una clase media que hasta ahora era casi inexistente, y el hecho que 1.300 millones de chinos y mil 100 millones de indios experimenten una movilidad social de la pobreza a esa clase media, es sin duda una de las grandes transformaciones de la humanidad. 

Por eso, cuando hoy los mercados financieros y bursátiles están sacudidos por altibajos,  los ojos del mundo observan a “Chindia”,  la influencia de China e India. Si bien cada uno ha tenido una historia y una evolución  muy diferente, el resultado es una apertura comercial que está cambiando el mapa político y económico del siglo XXI.