Los Kirchner y el poder

Al iniciarse con complicaciones el período presidencial de Cristina Fernández de Kirchner, surgen preguntas. Para Chile, la principal es si se resolverá la mal administrada situación energética. Ya asegurado el poder, tal vez la señora Kirchner se decida a sincerar la inflación y terminar con los precios populistas, que no reflejan los costos e impiden la producción de energía.Se dice que ella tiene bastante más comprensión que su marido de la importancia de las relaciones internacionales y vecinales.

Habrá que observar cómo actuarán ahora personajes cuestionados como el ministro Julio de Vido, tan irrespetuoso con las autoridades chilenas durante la crisis del gas, quien fue ratificado a pesar de sus oscuros manejos de poder que criticó  la oposición de su país. También será revelador cómo se vinculará la señora Kirchner con Hugo Chávez, cuyas dádivas aceptó su marido. La especial relación Kirchner- Chávez está complicando a Argentina con otros actores relevantes de nuestra región y EEUU.

Pero la gran pregunta es si esta nueva forma de sucederse de los Kirchner será episódica o permanente. Si se inclinarán por el poder hereditario, o por el mandato con límite temporal que caracteriza a las democracias republicanas.

El ex presidente, él, nominó a su señora como candidata y ella obtuvo un importante 45% de los votos, producto de la gobernabilidad lograda tras años caóticos y del ciclo de precios altos de las exportaciones. Pero también se debe a que Néstor Kirchner organizó una concentración del poder imbatible. Un Congreso obsecuente le permitió gobernar con decretos en vez de leyes; pudo influir en la designación de jueces al controlar el Consejo de la Magistratura;  y mediante los “superpoderes” manejó a las provincias, que dependen del reparto del gobierno a pesar de que teóricamente Argentina es federal. Toda una maquinaria de poder.

La Constitución de 1994  prohíbe tres mandatos presidenciales consecutivos.  El tiempo dirá si el de Cristina Fernández deberá ser considerado como un nuevo mandato o una especie de reelección Kirchner, y cuántas veces se podrá usar esa fórmula de sucesión. Son preguntas que en una verdadera república hay que hacerse.

Una Constitucion republicana  siempre fija plazos y sistemas precisos. EEUU nunca se ha saltado el orden de los períodos presidenciales en más de dos siglos. Brasil y EEUU permiten una sola reelección seguida, mientras Chile, Uruguay y México no aceptan reelecciones consecutivas. Cada república fija sus plazos y sistemas, pero no existe el de los Kirchner de nominarse y reemplazarse el uno al otro casi como en una dinastía. Para la estabilidad democrática de largo plazo se  requieren instituciones sólidas, no subterfugios para aprovechar una popularidad momentánea.

Como también requieren sólidos compromisos los acuerdos internacionales, algo que Néstor Kirchner nunca comprendió. No computó que el mundo ha avanzado hacia los mercados globales, en los que todos pueden ganar en la medida que no se  “reinterpreten” los acuerdos. Chile y Argentina están llamados a progresar juntos en tantos temas de futuro como energía, agua, Antártica. Es de esperar que la señora Kirchner tenga una mirada más moderna y visionaria que su marido.