EEUU frente a una encrucijada

Con mucho interés he seguido las elecciones primarias en EEUU porque siempre he pensado que quienes vivimos en  las republicas latinoamericanas, tan marcadas por los caudillismos o las divisiones ideológicas,  tenemos mucho que aprender de la democracia norteamericana: práctica, eficiente y participativa.

Pero con desilusión observo en los discursos de los candidatos que se ha perdido una visión heroica de la existencia. Que se  dedica más tiempo y énfasis al ataque personal o a la argumentación populista que a las causas superiores. Falta un contenido épico que logre vincular a los ciudadanos más allá de las pequeñas ventajas que puedan obtener con uno u otro candidato.

Es una lástima, porque la democracia liberal es una de las pocas aspiraciones que podría ser un factor común y una motivación coherente en las diversas culturas del planeta, hoy mucho más conectadas por la globalización. Aunque muchos criticamos a EEUU por algunos desaciertos en política exterior,  su democracia es un faro. Es un referente, y debería serlo cada día más. La gran contribución de EEUU al mundo y a su propia grandeza como nación  debería consistir en propagar verdaderamente los valores democráticos, pero no con los métodos empleados en Irak sino con el ejemplo.

Jefferson, Franklin o Lincoln no dudaron en proclamar que la libertad y la democracia a la que aspiraban requería la creencia en un fin superior. La sociedad, si bien debía promover el legítimo interés individual, tenía que tener en vista la virtud pública. Y los grandes estadistas norteamericanos convidaban a las personas a salir de su ensimismamiento y moverse por una causa común.

Durante la guerra fría fue la defensa de la libertad. De esa batalla EEUU salió victorioso, pero el verdadero destino de una gran nación se juega cuando debe decidir qué hacer con el triunfo. Y da la impresión de que EEUU no encuentra su misión. Como observa el analista político Francis Fukuyama, la experiencia sugiere que si no existe una causa justa por la cual luchar, porque esa causa justa salió triunfante en generaciones anteriores, entonces las personas se volverán contra esa misma causa, debido a un cierto aburrimiento. EEUU enfrenta ese momento decisivo. Su actual inestabilidad económica se debe en gran parte a las acciones de los hijos mimados de una de las sociedades que llegó ser la más libre y próspera del planeta. Y hasta ahora,  los candidatos a la presidencia de EEUU no han mostrado la altura que el momento histórico requiere.