El banco de inversión más emblemático de Wall Street, Goldman Sachs, ha tenido actuaciones muy cuestionables durante esta crisis financiera. Y el fastidio crece a medida que se constata el daño profundo que sus inescrupulosos y anti éticos actos han causado al modelo de libertad económica que, bien aplicado, ha permitido a las sociedades progresar. El fundamento de una sociedad libre es la cooperación voluntaria de las personas, lo que conduce a un sistema de mercado en que la conducta individual y libre de las personas promueve el bienestar de todos.
Pero la ficticia crisis financiera –la crisis de la especulación- ha generado un daño enorme al sistema de libre mercado. Y EEUU ha tenido gran responsabilidad en ella
al generar una astronómica deuda y permitir tanta especulación. No es la sociedad civil, el laborioso pueblo norteamericano eficiente, esforzado e innovador el que ha provocado esta crisis, sino un Estado condescendiente con los especuladores durante los gobiernos de Bill Clinton y George W. Bush, las actuaciones de Alan Greenspan en la Reserva Federal, y abusos como los de Goldman Sachs en Wall Street.
En ese grupo de poder se gestó la burbuja que generó una crisis completamente artificial, que ha hecho perder a los ahorrantes serios e industriosos parte del esfuerzo de una vida.
El Estado norteamericano (la SEC) está demandando ahora a Goldman Sachs por fraude. Porque ese banco –que tiene una influencia política enorme- se dedicó a estudiar y seleccionar con pinzas créditos hipotecarios con perfil negativo que no podrían ser pagados. Paralelamente, el mismo banco formó un fondo que lo aseguraba y le reportaría grandes ganancias si esos créditos no eran solventados. Es decir, con un instrumento el banco ganaba induciendo a sus clientes a endeudarse sabiendo que les ofrecía una situación imposible, y por otra parte volvía a ganar precisamente porque más tarde esos créditos no eran pagados. Una máquina que reportaba a Goldman Sachs millones de dólares como intermediario captando ex profeso malos créditos y burlando la buena fe de sus clientes, y que le generó además enormes ganancias con el fondo que aseguró al propio banco frente a las quiebras que esperaba de antemano.
Y cuál es la defensa del banco? Argumenta que la responsabilidad última es de cada cliente…lo que es cierto en rigor, pero no cuando un banco convence a las personas con malas artes, y cuando no transparenta que piensa ganar con el colapso. Eso es una monstruosidad que las mentes normales y la buena fe no están equipadas para detectar.
Es cierto que hay libertad para endeudarse o no. Pero también es cierto que los precios reales del mercado transmiten una cantidad de informaciones dispersas en la sociedad, y sirven para tomar decisiones. Manipular el mercado lleva a una distorsión de esas informaciones, lo que altera todo, mientras sólo unos pocos especuladores ganan. Goldman Sachs representa la máxima sofisticación en el abuso del sistema.