Tag Archives: Desde Marte la Humanidad se observa a sí misma

Desde Marte la Humanidad se observa a sí misma

El inicio de la carrera espacial hace 50 años  ha tenido un profundo impacto en nuestras vidas. El devenir de la humanidad fue remecido con la primera visión de la Tierra desde el espacio exterior. Aunque no siempre estemos conscientes, ese hecho alteró nuestra perspectiva de lo que es la vida, el universo, el sentido de la existencia. Nos ha hecho comprender nuestra pequeñez y precariedad en el enorme universo, y tal vez nos haga más conscientes de cuidar a Gaia o Gea, nuestra Tierra,  de cuyo destino dependemos.

Por eso es digno de aplauso que la NASA, cual ave Fénix, tras una crisis presupuestaria haya retomado el desafío de seguir explorando el espacio, buscando signos de agua y vida, y proyectar tal vez la vida humana en el futuro en otros mundos. La investigación y el conocimiento son la esencia misma de la civilización occidental, con sus luces y sus  sombras.

  La llegada de la sonda Phoenix a Marte es toda una proeza tras 10 meses de viaje para cruzar 679 millones de kilómetros. Durante 90 días estará excavando el suelo marciano, para establecer  si alguna vez hubo agua o condiciones básicas para la existencia de microorganismos.

Ha sido una larga historia para llegar a esta etapa, desde el primer Sputnik soviético de 1957, la decisión del presidente Eisenhower y el Congreso norteamericano de crear la NASA, el firme propósito de Kennedy de llegar a la Luna, y la frase de Neil Armstrong en 1969  sobre el pequeño paso para el hombre, y el gran salto para la humanidad. Sin duda una de las máximas hazañas de todos los tiempos.

El esfuerzo espacial representa cualidades humanas como la actitud de conocer, de investigar, de emprender, de ser pioneros. Y si bien la llamada carrera espacial desató una enorme competencia en la época de la Guerra Fría, también ha logrado un espíritu de cooperación entre EEUU, Europa y Rusia.

Todo esto no se podría haber hecho por tantas décadas, de no contar los Estados con el apoyo de la sociedad civil, que ha constatado en la vida diaria el  impacto de esa conquista espacial en adelantos tecnológicos, médicos y científicos de toda índole. Pero sobre todo, ha aportado una nueva mirada filosófica. La humanidad salió a observar el espacio exterior, y terminó observándose a sí misma desde ese exterior, en toda su precariedad cósmica.