Tag Archives: Entre Twitter y la era de las pirámides (2)

Entre Twitter y la era de las pirámides (2)

Aunque son muy distintas las realidades en Egipto, Libia, Túnez o Yemen, hay un componente común en sus rebeliones populares: en ninguno de esos países ha sido resuelto el problema de la libertad y del consentimiento de los gobernados. Ese es el tema fundamental de la política, desde que existe la sociedad humana.  Para que un régimen de gobierno sea  legítimo,  debe respetar  derechos individuales  anteriores al Estado. Y eso no ocurre en el Medio Oriente y  norte de Africa,  que  hoy enfrentan revoluciones fundacionales.

Las revoluciones simultáneas en el Medio Oriente responden a un fenómeno político según el cual  no hay nada más potente que una idea a la que le llega su hora. Y al  Medio Oriente le llegó la hora de la libertad. Pero las rebeliones legítimas en su origen se desnaturalizan  si no se encauzan pronto. El peligro  es que no se formen instituciones serias en el corto plazo, lo que podría ser aprovechado por extremistas islámicos o de cualquier índole, y se vuelva a los regímenes anacrónicos.

Dijimos en columna anterior que el gobierno egipcio y EEUU que lo apoyaba no previeron que ese  tipo de régimen  es incompatible con los cambios tecnológicos que permiten a la sociedad civil informarse, organizarse y rebelarse coordinadamente. La protesta ha sido civil y no motivada por el fundamentalismo islámico, al revés de lo que analizaba EEUU.

Egipto tiene mucha pobreza a pesar de ser uno de los principales receptores de ayuda norteamericana  -después de Israel que es lejos el país que más dinero y tecnología recibe de EEUU-  a cambio de mantenerse en paz con el Estado judío. Esa enorme  ayuda fluye desde 1979  y nunca se tradujo en buenas políticas públicas.  Y en Libia,  Jaddafi  ha gobernado más de 40 años en forma brutal. Pero estamos viendo cómo se escribe la historia ante nuestros ojos, cómo la movilización de la sociedad civil que antes derribó el Muro de Berlín y forzó a abrirse a China, ahora llega al Medio Oriente.

Observaremos al presidente Piñera en la primera visita de un mandatario de Chile  a Palestina,  Israel y Jordania, justo en este  momento político clave. Chile –con la comunidad palestina más  numerosa fuera del mundo árabe- confirmará el derecho de los palestinos a un Estado soberano y el de  Israel a existir en fronteras seguras.  El presidente  visitará también Italia,  muy afectada por la crisis en Libia, su mayor abastecedor  de combustible.  Italia es el segundo receptor de exportaciones chilenas a Europa, y la visita se centrará en las PYMES y la innovación, tema en el que esa nación es experta.  Con 60 millones de personas, tiene más de 5,5 millones de Pymes.

Interesante visita en momentos en que esa parte del mundo, tan  importante para los intereses de  Chile,  vive cambios radicales.