La crisis financiera ha producido una lluvia de críticas al sistema de libre mercado. Y EEUU está contribuyendo al descrédito al convertirse en una potencia que exporta sus miedos, que está muy endeudada, y que parece haber perdido el concepto de esfuerzo y sacrificio, mientras China incorpora la economía de mercado con ahorro y crecimiento. Pero hay que considerar que no ha sido tanto la sociedad civil la que ha fallado en EEUU – sigue siendo eficiente y la más innovadora- sino que la distorsión la ha provocado principalmente el Estado, con las malas políticas de Clinton, Bush y Greenspan, entre otros.
Debido a la crisis, en EEUU y también en Europa ha resucitado una enconada discusión entre dos corrientes de economía liberal que marcó gran parte del siglo XX: los keynesianos y los seguidores de Friedrich Von Hayek. No se discute aplicar un estatismo de corte socialista, sino sobre tipos de economía liberal y grados de participación estatal. El inglés John Maynard Keynes era partidario de la intervención del Estado para mitigar períodos de crisis cíclicas y recesiones. Keynes es un referente de la macroeconomía, sobre todo con su obra “Tratado sobre el Dinero”. Participó en la creación del sistema de Bretton Woods, e incluso propuso un banco central mundial, idea que por suerte no prosperó. Sus detractores dicen que los economistas Keynesianos no prestan suficiente atención a la estanflación y otros asuntos inflacionarios.
Su eterno oponente fue el Premio Nobel Friedrich von Hayek, el otro protagonista de las batallas intelectuales entre Cambridge con Keynes, y el London School of Economics donde enseñaba von Hayek. Considerado uno de los padres del liberalismo económico moderno, los libros y artículos de von Hayek además de economía tratan sobre filosofía política y antropología. Fue alumno del mítico Ludwin von Mises, y ambos son claves para explicar las fallas de los sistemas de economía planificada.
El estatismo es incompatible con la libertad individual, argumentaba Von Hayek. En “Los fundamentos de la libertad”, explicó que los precios de mercado son los transmisores de cantidad de informaciones dispersas sobre las personas y la sociedad, y sirven para sincronizar muchos conocimientos; por lo tanto, manipular el mercado lleva a un problema de falla de información que lo altera todo.Von Hayek explicó el origen de los ciclos económicos a partir del crédito concedido por el banco central y los tipos de interés artificialmente bajos, lo que conduce –decía – a que se invierta en proyectos muy arriesgados; surge una mala coordinación entre producción y consumo que primero produce una gran expansión, pero después recesión, hasta que vuelve a ajustarse la economía. (Cualquier comparación con la crisis actual no es mera coincidencia…) Siempre he pensado que Deng Hsiaoping, quien introdujo la apertura económica en China, debe haber leído en secreto, cuando Mao no lo estaba observando, al Premio Nobel Friedrich Von Hayek.